La gente piensa que ser forense es algo que da miedo, o asco, o, en cualquier caso, siempre ponen cara de susto cuando te preguntan por tu profesión y te dicen: "y te gusta hacer eso? Qué huevos, o, no tienes pinta de forense" ... Y cosas así.
Ser forense es hablar un idioma, el idioma de los muertos, y es uno de los idiomas más difíciles. Es un arte, que requiere de mucha práctica y tiempo. Y sí, se puede hablar el idioma de los muertos, eres la última persona con la que podrán hablar, y nadie más ya les entiende ni les escucha, salvo tú, y ellos piden que alguien les escuche porque tienen algo que decir aún, y te cuentan tantas cosas que ni su propia familia sabía de ellos ... Te cuentan cómo vivían, cuál era su condición social, y económica, que comían, qué bebían, con quién se acostaban, cómo regulaban su tensión arterial, si tomaban drogas o medicinas a escondidas, si tenían a alguien que les quería, o no, si alguien les hizo daño y cómo lo hizo, si tenían relaciones sexuales y cuándo las tuvieron, y a veces te dicen hasta con quién,.. si alguien les agredió, si eran felices o no, ... Si algo les hacía sufrir ... Si tenían alguna enfermedad, si habían comido hace poco y qué, si les habían operado de algo, si habían tenido hijos, o tumores, o abortos, o si se habían puesto prótesis de mama, y de qué marca, quién era su dentista, o si iban al menos al dentista, si eran obsesivos o neuróticos, o estaban deprimidos ...
...Y si escuchas bien, te pueden decir por qué se murieron o si alguien les mató.
Ser forense es hablar el idioma de los muertos, y a mí cada vez se me da mejor, y lejos de las creencias populares, es un muy bonito idioma.
Feliz noche de domingo