viernes, 18 de diciembre de 2015

ASESINOS EN SERIE MEDIÁTICOS Y MODERNOS




Asesino en serie es áquel que comete más de tres homicidios consecutivos.

Según los criminólogos, el primer asesino en serie moderno fue Jack el Destripador, que generó terror de masas y un enorme seguimiento mediático, estas dos características desde entonces han acompañado a los que han venido después.

El término “asesino en serie” es relativamente moderno. Acuñado por el agente del FBI Robert Ressler en los 70. Se refirió a ellos como asesinos de 3 o más víctimas con un período variable de inactividad entre una y otra, conocido como “período de enfriamiento”.

Los asesinos en serie se caracterizan por desarrollar patrones de pensamiento pervertidos. Tienen fantasías perversas que les llevan a matar. Y es esta característica las que provoca ese halo de fascinación cultural a su alrededor, siendo protagonistas de libros, leyendas, películas… Ellos son los más mediáticos.

En España también tenemos nuestros propios asesinos en serie, no sólo los hay importados de América, por ejemplo, Alfredo Galán, el asesino de la baraja, que fue el más mediático de todos.
Asesinó a 6 personas en Madrid en sólo 54 días. A todas les diparaba en la cabeza a quemarropa, dejando sobre el cadáver una carta del as de copas.
Este asesino fue un militar de la Brigada Paracaidista de Alcalá de Henares, y participó en labores humanitarias en Bosnia Herzegovina. A su regreso comenzaron los brotes psicóticos y poco después llegó su primer crimen. No parecía haber relación entre los asesinatos, más allá de las cartas de la baraja que depositaba en ellos.
A todos les disparó con una Tokarev TT-33.
Se entregó voluntariamente en la comisaría de Puertollano.
Tras el juicio fue condenado a un total de 142 años de prisión. Actualmente sigue cumpliendo condena en la prisión de Soto del Real (Madrid).



En EEUU tenemos al conocido mundialmente como el carnicero de Plainfield. Cuyo nombre era Ed Gein.
Vivía en una granja de Winconsin, se dedicaba a saquear tumbas, robar los cadáveres y elaborar con ellos todo tipo de piezas de artesanía.
Cuando la policía registró su casa el 16 de noviembre de 1956 encontró pantallas de lámparas y asientos de piel humana, platos de sopa hechos con calaveras, collares con labios humanos, una caja de zapatos hecha con nueve vaginas… Este museo de los horrores le valió el estatus de celebridad.
Él reconoció sólo haber matado a una mujer y declaró que las demás procedían de tumbas recientes de los cementerios que él mismo exhumaba.
Fue declarado enfermo mental y pasó el resto de sus días en una institución psiquiátrica.


Otro mediático asesino en serie fue el asesino del Zodiaco. Cuya identidad, al igual que la de Jack el destripador, sigue siendo una incógnita, lo que le da mucho más valor mediático al caso.
Asesinó a 5 personas en el norte de Califormia entre diciembre de 1968 y octubre de 1969, otras dos víctimas sin embargo sobrevivieron a sus disparos, ya que al parecer no era un buen tirador.
Curiosamente enviaba cartas a la policía y a los periódicos para dar detalles de sus crímenes, en las que además daba pistas acerca de su identidad. Envió 4 criptogramas pero sólo se consiguió descifrar uno de ellos.
Habiendo testigos  se logró obtener un retrato robot, a pesar de todo nunca se le identificó y desapareció sin dejar rastro.

Aquí como en todo también tenemos mujeres, asesinas en serie, aunque en mucha menor proporción, las mujeres suelen actuar de forma distinta, el 80% de ellas utiliza el veneno y son silenciosas. No cometen crímenes sexuales. Como ejemplo tenemos a Aileen Wuornos, quien en el año 1990 asesinó a 7 hombres en las carreteras de Florida, su modus operandi era sacarles de carretera para ofrecerles sus servicios de prostituta y luego tirotearles. Después les robaba las pertenencias. Y en ocasiones el coche.
Ella alegó que cometía los crímenes en defensa propia porque todos habían intentado violarla.
Como suele pasar en la mayoría de los casos de asesinos en serie, Aileen Wuornos vivió una infancia desgraciada, y rodeada de violencia.
El 9 de octubre de 2002 fue ejecutada por inyección letal.

Tambiém en este elenco tenemos doctores … como Harold Shipman, el doctor muerte.
Se trataba de un respetado médico y se cree que cometió 218 asesinatos entre 1970 y 1998.
Su modus operandi era la inyección letal de narcóticos a sus pacientes.
Al estar perfectamente integrado en la sociedad se convirtió en el asesino en serie más prolífico de nuestros días.
Abrió una clínica llamada The Surgery, junto a su mujer, que ignoraba por completo la actividad criminal de su marido. La clínica era muy famosa en la localidad de Hyde, y el doctor era conocido por su amabilidad.
Sus víctimas no resultaban sospechosas, ya que se trataba de ancianos enfermos, lo que le permitía no tener que molestarse en deshacerse de los cadáveres, pasando todos los crímenes por muertes naturales.
Las sospechas comenzaron al encontrar un número de certificados de defunción inusualmente alto firmados por él. Sin embargo ésta primera investigación se archivó por falta de indicios claros.
Pero el doctor cometió un error que le valió la detención, falsificó el testamento de su última víctima, de manera que le dejaba toda su herencia a él, tras la denuncia de la hija de la víctima, se levantó una segunda investigación policial, y fue detenido y juzgado. Siendo condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas, pero el 13 de enero de 2004, el doctor se suicidó, ahorcándose en su celda.

Y hasta aquí las curiosidades de hoy respecto de algunos asesinos en serie mediáticos y célebres.

Buen fin de semana tengan ustedes.

lunes, 16 de noviembre de 2015

QUÉ ES VIOLENCIA DE GÉNERO (VG) desde el punto médico forense:



Violencia de Género (VG) es según la ONU (1993) cualquier acto o intención de causar daño o sufrimiento físico, sexual, o psíquico, ya sea una acción consumada o una amenaza, y ya sea en la vida pública o privada, ejercido sobre una mujer por el mero hecho de serlo, y por ser considerada por su agresor como un ser inferior, sin los derechos mínimos de libertad, respeto y capacidad de decidir, y que le cause un daño físico, psíquico o sexual, o todos.


Estos tres tipos de VG (psíquica, física y sexual) tienen un objetivo común: el control de la víctima.

El daño psíquico originado por esta situación puede ser de dos tipos:

La lesión psíquica aguda: que puede remitir con tratamiento psíquico o farmacológico.

Y la secuela psíquica emocional: que es un estado cronificado y que no remite con el tiempo ni con el tratamiento adecuado. Es un menoscabo permanente que produce un deterioro significativo en el ámbito social, familiar, laboral o personal.

El daño psicológico se establece en varias fases:

1.- Enturbiamiento de la conciencia, lentitud de reacción, y embotamiento generalizado.

2.- Vivencias afectivas intensas: dolor, indignación, rabia, impotencia, culpa, miedo…

3.- Reexperimentación esporádica ante estímulos de asociación.

El 60% de las víctimas expuestas a VG asocia otros trastornos mentales derivados:

-Trastorno por estrés postraumático
-Depresión
-Ansiedad, pánico, agorafobia
-Trastornos de alimentación
-Alteraciones del sueño
-Abuso de sustancias
-Alteraciones somáticas (dolor crónico, sintomatología gastrointestinal, síntomas disociativos)
-Baja autoestima
-Aislamiento social
-Suicidio consumado o tentativas.

Existen cuadros sindrómicos descritos (no en Manuales oficiales) que describen los cambios afectivos, psicológicos, cognitivos, y conductuales, los cuales explican cómo la víctima expuesta genera una incapacidad para protegerse a sí misma, que la mantiene en esa situación indefinidamente.

Se trata del desarrollo paradójico de un vínculo interpersonal de falsa protección entre el agresor y la víctima, siendo un mecanismo adaptativo que trata de reducir la incidencia de las amenazas.

Se ha descrito un cuadro especial de Trastorno por estrés postraumático para las víctimas de VG, es el TEPT complejo, en él el estrés abarca todo el funcionamiento psíquico de la víctima, más allá de una lista de síntomas. Se produce una desestructuración profunda de la personalidad de la víctima, un error de cognición en su propia identidad, y en sus relaciones con los demás.

El peritaje forense trata de relacionar el daño psíquico con el trauma sufrido sin tener en cuenta otras variables como la existencia de una personalidad premórbida en la víctima o una especial vulnerabilidad.

Establecer la relación causal es indispensable desde el punto de vista penal, y no debe verse enturbiado este nexo de causalidad por la existencia de concausas (necesarias pero no suficientes para producir el daño psíquico), estas concausas deben ser tomadas en cuenta como factores de riesgo y no como factores causales. Los factores de riesgo provocan mayor atracción por parte del agresor a la hora de elegir esa víctima.

La vulnerabilidad psíquica (mayor desequilibrio emocional) y vulnerabilidad física (mayores alteraciones fisiológicas) amplificarían el nivel de daño psíquico, pero no son consideradas como causas del mismo.

La valoración del daño psíquico por parte del perito se hará en función de:
-el nivel adaptativo previo al trauma (social, laboral, familiar, personal)
-el nivel adaptativo posterior al trauma (nivel de afrontamiento)
-el nexo causal (conducta inadaptada que aparece tras el suceso violento)
-el pronóstico de futuro (depende de los recursos sociales y personales de la víctima)

Los instrumentos utilizados para valorar el daño serán:

La entrevista personal, las escalas de evaluación del daño, y la evaluación de la credibilidad del testimonio (aunque no existen en la actualidad instrumentos para evaluar la credibilidad de forma indubitada, sólo orientativa).

La valoración conjunta y multidisciplinar de todos los datos dará un diagnóstico, evaluación y pronóstico del daño sufrido, que si es una secuela será irreversible.

domingo, 15 de noviembre de 2015

Cómo pueden haber nacido en París ?

Cómo pueden haber nacido en París ? 
Cómo pueden haber pasado 16 años en sus colegios públicos? 
En sus hospitales públicos?
En sus calles, en su metro, acogidos como lo que son, franceses de nacimiento, con todos los derechos que ello otorga, las becas, las prestaciones, las oportunidades, las mismas de cualquier otro francés. Con el orgullo de haber nacido en una de las ciudades del mundo que menos entiende de racismo, donde todos caben, donde hay más mezquitas y sinagogas que iglesias, donde se respetan todas las ideologías y religiones en los colegios y en las calles, donde se permite y se apoya el practicar libre y abiertamente cada religión,  y se destina dinero público a ello. 
El País de las libertades. Algo que no conocen ni conocerán jamás en aquellos países por los que dicen luchar, países que no les han dado nada, países que no son nada suyo. Países que algunos de ellos  ni conocen!
Apuesto a que algunos no saben situarlos en un mapa.
Cómo pueden haber nacido en París? 
Cómo pueden no tener más patria que la francesa?, la patria que les ha dado todo, que les hace libres como personas, y ellos luchan a muerte por quienes  no les  han dado nada? Por quienes le esclavizan y les obligan a dar su vida a cambio de  nada ? 
Cómo pueden tener madre?
Cómo pueden matar a sus hermanos por otros que no son nada suyo? 
Eso no es religión ni es fanatismo, ni es política ni extremismo, es un simple estado de confusión delirante de la realidad, es la alucinación y la psicosis. Es un error de cognición. 
Cómo pueden haber nacido en París?
Porque ninguna guerra puede ser santa.
Porque si no quieren ser franceses son apátridas.
Porque en París  llevan conviviendo codo con codo tres religiones desde hace más de 200 años, en paz y armonía, religiones de gentes que vienen de países lejanos y que aquí han  podido ejercer su derecho a creer y a ser respetados. 
La Ciudad de la Luz, la Ciudad del Amor. 
Y ahora vienen unos niños nacidos en París, de padres nacidos en París, criados en París, a cargarse todo el sistema de libertades del que hace alarde, orgulloso, el país que les ha dado la vida, que les ha visto nacer?
Cómo pueden haber nacido en París y no estar orgullosos de ello?
A mí que se me llena la boca cada vez que me preguntan mi lugar de nacimiento, no alcanzo a siquiera intentar entenderlo.
Cómo pueden haber nacido en París. Y odiarlo tanto. 
Cómo una falsa religión puede engañar así a los seres humanos. 
Cómo vamos a acabar con esta farsa?

lunes, 9 de noviembre de 2015

Jack el destripador. DISECCIÓN Nº 6: “Cinco horas con Mary”




Estamos delante del pub The Ten Bells, epicentro de todos los asesinatos de Jack el destripador, que como sabéis sigue exactamente igual que en 1888. Aquí en este pub era habitual una guapa y joven prostituta llamada Mary Jane Kelly. Era muy conocida en el barrio. Pero antes de empezar a caminar hacia la ventana por la que veremos el último asesinato de Jack el destripador, nos preguntamos ¿Quién era realmente la guapa Mary Jane Kelly?

Ella fue la quinta y última víctima canónica de Jack el destripador. La llamaban Ginger o Black Mary, y tenía 25 años.

Nacida en Irlanda, a los 16 años se casó con el minero John Davies. Pero enviudó en el primer año. La compañía de seguros se demoró tanto en pagarle la indemnización que la pobre Mary Jane tuvo que adentrarse en el mundo de la prostitución. Al inicio ella ejercía como prostituta de lujo en el West End. Después estuvo un tiempo en Francia. Y regresó a Londres para llevar una vida de miseria donde sus servicios ya no era tan “lujosos”,  y se hizo alcohólica. Durante la época de los asesinatos en Whitechapel, Mary Jane vivía aterrada por lo que decidió dejar la prostitución por un tiempo.

Desde la noche del Doble Evento (30 de septiembre), en la que Jack el destripador había asesinado brutalmente a dos prostitutas,  había transcurrido más de un mes sin ningún asesinato, el barrio estaba tranquilo y Mary Jane necesitaba dinero para pagar el alquiler de su habitación, de modo que volvió a las calles ya algo menos atemorizada.

Irlandesa de grandes ojos azules, y cabellos pelirrojos. El día 9 de noviembre estuvo faenando y trajinando todo el día con muchos clientes que entraban y salían de su habitación en la calle Dorset. Era un día festivo en Londres.

Foto casebook.org (Mary Jane Kelly)


Ahora que ya sabemos quién era nuestra protagonista podemos cruzar la calle Comercial St. y tomar la que sale justo enfrente, vemos que la manzana está totalmente derribada y llena de andamios, desgraciadamente para nosotros, están construyendo el nuevo Londres. Hasta el año pasado hubiésemos podido ver la calle Dorset St, incluso hubiésemos podido entrar en el edificio Miller´s Court, donde Mary Jane Kelly moraba en una habitación alquilada. Pero nada de esto existe hoy, a cambio de un bonito edificio de superlujo en el “peor barrio de Europa”.

Detrás de los andamios estaba la calle Dorset y en ella el número 13, mal número quizá, allí rentaba su habitación nuestra meretriz irlandesa y pelirroja de grandes ojos azules.

Ahora vamos a cerrar los nuestros y a imaginar, y, aunque  esta historia está escrita en base a lo relatado por los testigos, los documentos, los datos históricos y los informes de las autopsias, va a contener una parte importante recreada e imaginada.

Si cerramos los ojos delante de Miller's Court podemos ver esto.....

Hace frío, estamos en el mes de noviembre, es 1888, en Whitechapel todo parece haberse calmado, el asesino lleva 40 días sin matar, y los nervios se han apaciguado.
Nuestro asesino en serie parece tener un grave problema, las calles de Whitechapel están completamente tomadas por Scotland Yard., y las patrullas vigilan cada una de las calles exactamente cada quince minutos, cada rincón del barrio es peinado cuatro veces por hora.

Quince minutos no es tiempo suficiente para matar cómo a él le gusta, ya fracasó la noche del Doble Evento con la primera víctima, y no está dispuesto a que esto se repita. No quiere matar teniendo que vigilar a sus espaldas, porque así no puede disfrutarlo, necesita calma, quiere tiempo para poder llevar a cabo todas las fantasías que su condición mental de enfermo le imponen en su distorsionado pensamiento de depredador y sádico. Necesita privacidad.

Había pasado unos días escuchando conversaciones en el pub, en el Ten Bells. Hacía unos días estaba tomando una pinta en la barra cuando escuchó a una prostituta hablando con un cliente... Decía que podían ir a su habitación. Vaya! ¿Habitación propia ? ¿Una prostituta? Eso sí que era algo extraordinario en el barrio... Poca gente podía permitírselo en esa época y menos en ese barrio. Levantó la cabeza y la vio, era pelirroja y de ojos grandes, parecía muy joven pero que más daba si tenía una habitación propia !

Ya la tiene, es ella, la necesita, quiere pasar 5 horas a solas con ella y en su habitación. 

Así que comienza a acecharla y a seguirla durante varios días. Comprueba que vive sola en la calle Dorset. Es un sitio impecable para la ejecución de su plan.

Está realmente excitado. Si fue capaz de practicar aquella barbarie en tan sólo 25 minutos la “Noche del Doble evento”, qué no será capaz de hacer nuestro asesino en 5 horas ¿?

¿Os lo podéis siquiera imaginar? No creo que podáis.

Mary Jane se pasaba el día entrando y saliendo de su habitación en la calle Dorset. Una calle que junto con Flower and Dean St. estaba considerada la calle más peligrosa de toda Europa. Ambas calles   se encontraban repletas de pensiones y posadas comunitarias,  y todas las víctimas del destripador moraban por ellas. Allí, en Dorset St., tampoco entraba nunca la policía si podía evitarlo.

De la calle Dorset salían callejones a ambos lados, callejones muy estrechos , a los que se accedía a través de un arco. En uno de estos callejones se encontraba el edificio Miller´s Court. Y en el número 13 vivía Mary Jane.

Entrada al edificio Miller´s Court número 13.


Habitación de Mary Jane Kelly 


Dorset St, (actual) aquí mismo estaba la habitación de Mary Jane.


El asesino se había fijado en ella a pesar de que no era su tipo, ella no era como las anteriores víctimas, ella era elegante, joven, con más clase y más nivel, por eso tenía mejores clientes y por lo tanto mejor posición y más dinero. 

Sin embargo Jack no la escogió por su físico, ni por sus bonitos ojos azules, ni por sus cabellos rojos. Él 
era un profundo misógino, que odiaba a las mujeres con toda su alma. No le importaba lo guapas o feas que pudieran ser, no le gustaban guapas, le gustaban muertas. A Mary Jane la escogió por su habitación .  

Pero, a pesar de tener habitación propia y mejores clientes, Mary Jane bebía mucho y no le sobraba nunca el dinero, de modo que su casero, John McCarthy, se pasaba la vida persiguiéndola y enviándole cobradores a la puerta. Y ella se pasaba la vida escondiéndose de ellos detrás de las cortinas o debajo de la cama.

La mañana del sábado 8 de noviembre cayó en la cuenta de que adeudaba a su casero una libra y nueve chelines. Se puso algo nerviosa, además llevaba días sin trabajar porque tenía miedo, así que se puso manos a la obra y pasó toda la jornada buscando clientes.
Por la mañana tuvo varios. Durante el día nunca sentía miedo, con luz nada parecía demasiado peligroso. Y así transcurrió el sábado, aumentando su confianza con cada cliente. Después de todo hacía tiempo que no había asesinatos en el barrio y además, con todas las prostitutas que había por allí, ¿por qué le iba a tocar a ella??? Era un pensamiento absurdo. Así pues siguió trabajando toda la tarde. Llegó la noche y Mary Jane empezó a beber, el alcohol terminó de aplacar todos sus temores. Ya de madrugada, estaba tan borracha y tan contenta que ni se acordaba de aquellos miedos e inseguridades. Además había conseguido un montón de dinero. 
Eran las tres de la mañana y pensó que podría tomarse la última en el Ten Bells.
Allí se plantó siendo ya domingo 9 de noviembre. Pidió una pinta de ginebra y se apoyó en la barra.
Un hombre se le acercó ... quería sexo con ella, y le pagó por adelantado. Ella estaba cansada pero no se pudo resistir. Sólo un cliente más, y además sería el último, no había sucedido  nada malo en todo el día, por qué habría de pasar algo a estas alturas de la noche ?? Uno más y me quedo en la cama durmiendo.... Pensó. Y de esta manera se marchó con el que sería el último cliente de la noche y el último cliente de su vida. Ella misma se llevó  a su asesino a su habitación cavando su propia tumba. 

Había sido una frenética noche de sábado, el mejor día de la semana para una prostituta. Salieron juntos del Ten Bells, siendo las tres y media de la madrugada.

Caminaron hasta la calle Dorset, a tan sólo cinco minutos de allí, y entraron en el Edificio Miller´s Court, concretamente en el número trece. Ya en la pequeña habitación, Mary Jane se quitó la ropa y se puso un ligero camisón blanco. Él se quitó el sombrero. Ella se tumbó sobre la cama, estaba tranquila y muy aturdida por el alcohol, había olvidado los terribles crímenes acaecidos en el barrio de Whitechapel. Jamás hubiese imaginado a quién tenía delante....

Él estaba ansioso por llevar a cabo todas las fantasías que había planeado desde hacía tanto tiempo en su enfermo cerebro de sádico.  Ella le sonrió desde la cama. El pensó de pronto en estrangularla, pero no, había planeado demasiado concienzudamente este crimen como para no disfrutarlo un poco más, no la podía matar tan rápido, tenía privacidad y tiempo, así que se acercó a ella y la sujetó por el cuello, fue  fácil pues estaba demasiado aturdida para defenderse. Sacó un cuchillo del maletín, con una hoja de 22 cm,  ella le miró y de pronto lo comprendió todo, era el asesino, no se lo podía creer, el asesino de Whitechapel en su habitación, pudo oler la muerte a distancia,  y verla en aquellos ojos de depravado, estaba absolutamente  aterrorizada. Empezó a gritar, él la golpeó y le cortó los pechos mientras ella gritaba como un animal. Tan sólo cubierta por el camisón blanco, y con los pechos arrancados, todo se llenó de sangre, ya casi había perdido la conciencia, pero aún podía ver a su asesino con ese gran cuchillo en la mano, él se  mostraba completamente excitado y sonriente. Le dijo que ella era especial, que la iba a hacer famosa, ella gritaba y gritaba cada vez más. El asesino empezó a  sentirse muy nervioso, si no dejaba de chillar así no podría terminar su obra. De manera que le cortó el cuello. 

Mary Jane ya estaba muerta, pero él continuó cortando hasta que llegó al hueso, la cabeza quedó totalmente desprendida del cuerpo, y yacía sobre la cama, demasiado girada para pertenecer a aquel torso. Quedó apoyada sobre uno de los pechos mutilados.


El asesino decidió empezar por la cara, así iba cortando y sacando trocitos de piel, y de carne, y los iba depositando sobre la mesita de noche, era tan excitante... De cuando en cuando hacía una parada y se sentaba en una butaca frente a Mary Jane, "qué bonita estaba", pensaba.. Sacó una botella de ginebra y bebió a sorbitos pequeños mientras se excitaba por completo viendo aquellos pedazos de carne en sus manos. 

Entonces le sacó sus enormes ojos azules y los  depositó uno tras otro sobre la mesita de noche. 

Tenía por delante cinco horas de placer intenso sin ninguna interrupción. Hasta ahora siempre había trabajado con demasiada prisa y mucha tensión, no se podía creer lo que estaba ocurriendo allí. Todo estaba calculado y planificado con detalle.

Tras otro pequeño descanso, abrió y diseccionó las cavidades torácica y abdominal, empezando por la piel, continuando por la musculatura y llegando hasta las vísceras, las cuales extrajo una a una y fue depositando a su antojo  por la habitación. Una aquí otra allá....

Seccionó y extrajo la cuarta, quinta y sexta costillas. Colocó los órganos sexuales debajo de la cama. El hígado fue a parar entre los dos pies. A los riñones les tocó sitio debajo de la cabeza, junto con uno de los pechos. El otro pecho fue colocado bajo el pie derecho. El intestino delgado fue extendido sobre la cama, entre el cuerpo de Mary Jane  y la pared. Extrajo el estómago y lo rajó para vaciar el contenido sobre el suelo. El informe de autopsia reveló la última comida de la víctima, que, como no podía ser de otra manera, fue un plato de fish and chips.

Tan sólo dejó un órgano en su lugar original, el pulmón izquierdo, no se conoce el motivo, quizá fuera un mero descuido.

Para finalizar, y siguiendo el plan original, remató aquella carnicería con múltiples cortes en ambas piernas y en ambos brazos, y pasó varias horas trabajando en los muslos, los hizo simétricos, primero uno y luego el otro, peló ambos muslos a conciencia, diseccionó toda la musculatura hasta que llegó a la visión directa de los fémures, dejando el hueso expuesto, ambos fémures totalmente limpios de tejido blando, tuvo que sentarse de nuevo a contemplar aquella obra maestra. 


Le gustaba detenerse  a oler las vísceras y se frotaba con ellas, algunas las cambiaba de sitio. Llegaba a acariciar los propios fémures expuestos, los tocaba, los lamía, se desnudó para sentir la sangre, y nada le ponía más fuera de sí que aquel olor y el  tacto resbaladizo de los órganos. Se enfurecía, cada vez su ímpetu era mayor, su agresividad, sus pulsaciones y su respiración, creyó morir de placer aquella noche de noviembre. Llevaba demasiado tiempo esperando aquel momento.

Pasado un límite ya no podía parar, había llegado al hueso pero quería más, necesitaba más,
por eso sacó de su maletín un martillo y golpeó la cabeza y el cuerpo de Mary Jane con toda la violencia imaginable, quería desintegrarla, llegar a la destrucción completa de la materia de aquella puta pelirroja.


Toda una carnicería llevada a su máxima expresión, y esta vez sí tenemos una foto para comprobarlo, es la única foto tomada de la escena de un crimen en Whitechapel, la escena era tan dantesca que a algún policía se le ocurrió tomar una fotografía. La criminología estaba aún en pañales y casi no había cámaras fotográficas en la época, nada se sabía de cómo actuar ante aquello, y fue a partir de este brutal asesinato que empezarían a fotografiar todos los crímenes y los levantamientos de cadáveres como norma general.

Este crimen se encuentra entre los más depravados y brutales que consignan los anales de la Criminología.


.





Fotos de la escena del crimen. Mary Jane Kelly

(mesita de noche con piel apilada en ella, fémures expuestos, huesos faciales expuestos)



Habían dado las nueve de la mañana, se oían las campanas de Christ Church y el destripador se encontraba completamente exhausto. Había podido sentir el clímax máximo y absoluto. Pensaba que jamás podría volver a sentir nada similar en toda su vida. Contempló su obra maestra por última vez. Y salió de aquel lugar, a plena luz del día y cubierto de sangre. Pero a nuestro asesino fantasma nadie le vio salir.
Y así fue como desapareció para siempre. Salió de allí con un trofeo en las manos, el más valioso y el último de los trofeos que el destripador se llevaría de una víctima,  el único órgano de Mary Jane que nunca apareció..... su corazón.

De vuelta a la realidad y cegado por la locura y el éxtasis, tras aquella experiencia  tan extrema, debió caer en una profunda depresión. Y sumido en la más profunda  tristeza, al advertir que nunca podría igualar aquella obra de arte, cogería su cuchillo y se cortaría el cuello.

Pero ¿qué hizo con el corazón de Mary Jane?  ¿Se lo llevó a la tumba con él?
Probablemente se lo comió.

Allí se quedó Mary Jane, sola, en su habitación, tumbada sobre su cama, con su camisón blanco cubierto de un rojo apagado. Sus ojos azules la miraban desde su propia mesita de noche, y sus órganos aún latían esparcidos a su alrededor, excepto su corazón. Estaban por todos lados, sobre ella, por debajo, a la derecha, a la izquierda, debajo de la cama, todo el espectáculo estaba regado por un inmenso charco de sangre. 

Era domingo, sonaban las campanas de la iglesia y lucía el sol en una fría mañana londinense. Sobre las 10.45 de la mañana, el casero de Mary Jane,  John McCarthy, aburrido y harto de los impagos de Mary Jane, decidió que tenía que cobrarle de una vez o echarla a la calle, de modo que envió a uno de sus secuaces a intentar cobrarle el alquiler. Se trataba de un chaval de 13 años, cuando llegó a la puerta en el número trece de Miller´s Court, llamó varias veces sin éxito. Insistió a petición del casero, advertido ya de los escaqueos de Mary Jane, además le habían prometido una generosa propina si conseguía el dinero. El chaval se quedó allí mucho tiempo esperando por ver si ella salía de su escondite. De pronto se percató del agujero en la ventana, tapado con un paño para evitar la entrada del viento y el frío en la habitación. Introdujo su mano por aquel agujero en el cristal y retiró cuidadosamente el paño, apartó la cortina, y la vio, allí estaba: era Mery Jane Kelly. Que nunca más pagaría el alquiler.

Lo que el chaval vio fue tan aterrador que sacó violentamente su mano de aquel roto en el cristal cortándose el dorso, y sangrando a chorros salió corriendo en busca de ayuda.

Al lugar acudió toda la policía de Londres. Y todo el barrio se asomó para ver aquella escena, con la indignación a flor de piel. No dando crédito a lo que estaba ocurriendo.

La policía tardó nada menos que dos horas en entrar en la habitación de Mary Jane, y según dictan los informes originales, nada más entrar allí salieron todos directos a vomitar.

El espectáculo era dantesco a rabiar, Mery Jane Kelly yacía sobre la cama, en decúbito supino, con las piernas abiertas y dobladas, no tenía cara, y sobre la mesilla de noche se apilaban múltiples porciones de tejido blando. El resto de la habitación estaba completamente cubierta de sangre.

Los informes de la autopsia fueron emitidos por los médicos forenses Thomas Bond y George Bagster Phillips, y confirmaban que el asesino le había cortado los pechos estando viva, de ahí los estrepitosos gritos, a las cuatro de la madrugada, que los vecinos declararon haber escuchado ante el Juez de guardia . Los informes dictaban que el resto de lesiones fueron infligidas postmortem.  El Juez de guardia amonestó al vecindario por no haber acudido en su auxilio, pero todos alegaron que aquello era la tónica habitual de Whitechapel, y que no podían acudir a los gritos de todos los asesinatos y palizas que escuchaban de madrugada .... Así pues nadie hizo nada por Mary Jane.

Tanta violencia es lo que ha dado a los psicólogos la teoría de que el asesino padecía una enfermedad mental grave y de que además presentaba un grado muy elevado de misoginia, probablemente sobrevenido a causa de una madre prostituta a la que odiaba. O a la que odiaba y amaba a la vez. Pero esto son teorías, y además hay muchas.


 



Certificado de defunción original Mary Jane Kelly



Después de este asesinato ya no hay nada. La policía continuó investigando cuatro asesinatos más en relación con the Ripper, pero se acabaron descartando todos ellos como autorías de Jack el destripador, porque fueron mucho después y de forma muy distinta.

¿Podemos entonces deducir que aquí termina su obra?

No lo podemos saber, lo que sí sabemos ahora es que los asesinos en serie nunca dejan de matar, por lo que parece que, o le cogieron por otro delito , o falleció, o se suicidó, o lo internaron en un psiquiátrico.
En cualquier caso, al final,  sólo algo certero pudo impedir que siguiera matando: su propia muerte.

Probablemente este caso misterioso jamás será resuelto. Y cada vez que un ripperólogo saca a la luz una nueva teoría, alguien escribe rápidamente un ensayo descartándola por falta de evidencia científica.

La teoría más popular durante algún tiempo fue que el asesino era, nada menos, que el médico personal de la reina Victoria, que habría ido a Whitechapel en persona para matar a aquellas prostitutas. ¿El motivo? Que el nieto de la Reina Victoria se había casado a escondidas con una prostituta. Una prostituta católica para colmo. Que fuera prostituta era algo feo, pero que fuera católica era absolutamente intolerable!

El escándalo podría haber sido de tal envergadura que la Reina Victoria al enterarse pediría ayuda a su Primer Ministro. Éste tomaría cartas en el asunto antes de que la prensa se hiciese eco de ello y acabase con la Familia Real.

Esta teoría de la conspiración dictamina que el Médico de la Reina, apoyado por el Primer Ministro secuestró al Príncipe , a la prostituta y al bebé que de ellos había nacido.

A la niña la entregarían en un orfanato irlandés, donde crecería sin saber nunca quiénes habían sido sus padres. El Príncipe fallecería dos semanas más tarde en extrañas circunstancias. Y respecto de la prostituta casada con el Príncipe, sería internada en un hospital mental cercano al lugar de los asesinatos, donde se le habría realizado una lobotomía que la habría dejado absolutamente incapacitada.

Siguiendo esta teoría, las amigas más cercanas de la mujer casada a escondidas con el Príncipe, cinco prostitutas de Whitechapel, al no encontrarla por ninguna parte, investigarían, la buscarían y la encontrarían en el hospital psiquiátrico. Al percatarse de lo sucedido decidirían enviar una carta a la Reina Victoria sobornándola y pidiéndole salir de las calles, casa y dinero, a cambio de su silencio. Pero lejos de ceder a chantajes la Reina, para tapar un escándalo, habría generado otro mayor. Así las cosas, pensaron en deshacerse también de las cinco amigas.

Esta es la teoría de la conspiración representada en la película protagonizada por Johny Deep, “Desde el Infierno”.

Pero no tiene mucho fundamento si pensamos que a esas cinco mujeres se las podría haber hecho desaparecer sigilosamente y sin llamar la atención… pero descuartizarlas por todo Whitechapel, ¿tiene algún sentido? No.

Por lo tanto no tiene peso ni validez, sin embargo es la teoría que más gusta al público, al estar involucrada la Familia Real, dando mucho juego a películas, historias, y misterios ocultos. Además hace pensar en la muerte en extrañas circunstancias de Lady Di..... siempre la Familia Real envuelta en escándalos...

Menos emocionante es la teoría que hoy día se considera como la más válida, la de más peso, y en cualquier caso la única que nadie hasta el momento ha podido rebatir. No se ha podido confirmar pero tampoco descartar, y esto la deja en la posición número uno en el ranking de teorías acerca de la identidad de Jack el destripador.

Se publicó hace sólo unos años y sigue vigente, según versa, el asesino sería….. el asistente que trabajaba en la morgue ayudando en las autopsias.

Se llamaba Robert Man, parece ser que padecía algún tipo de enfermedad mental grave, y además el hecho de trabajar en la morgue le daba los conocimientos anatómicos y la destreza necesaria para llevar a cabo su modus operandi. Además tenía a su alcance los instrumentos adecuados. Y lo mejor, siempre sería el último sospechoso, puesto que podía salir a la calle empapado de sangre o con instrumentos quirúrgicos sin llamar la atención ya que todos sabían que venían de “trabajar”.
Todo esto estaría alentado por el placer que le ocasionaría, dentro de su propia locura, el hecho de poder tener a las víctimas otra vez con él, en la morgue, esta vez para coserlas, y admirarse de su propia obra una vez más.

Robert Man falleció de causas naturales a los dos meses del último asesinato, lo que nos deja la teoría perfectamente encajada . Fue publicada por el historiador británico Mei Trow, y apoyada y suscrita por el psicólogo forense Laurence Alison de la Universidad de Liverpool.

Según el perfil dado por el FBI acerca del asesino , Robert Man encajaba a la perfección, era “un tipo gris, de bajo nivel socio cultural, o analfabeto, y procedente de un hogar roto. Socialmente inepto, y ayudante en una carnicería o en una morgue”.

Este hombre trabajaba a cambio de techo y comida, y su única función era atender las necesidades de los médicos forenses, y acondicionar los cadáveres para su examen. Normalmente, en el East End londinense, practicaba las necropsias el médico forense de la Policía Metropolitana, el Dr.George Bagster Phillips.

Un incidente con una de las víctimas da más valor a esta teoría. Ocurrió con la primera víctima canónica, Mary Ann Nichols, que fue trasladada a la morgue, y sin que nadie lo hubiese autorizado, Robert Man procedió a lavarla y a desvestirla,  provocando con ello la furia del forense.

Robert Mann declaró ante el Juez de guardia Wynee Baxter que había sido una equivocación, pero lo hizo tartamudeando y se desmayó al hacerlo.

Robert Man 1888




Y así termina nuestra autopsia particular por las calles de Whitechapel, donde el asesino en serie más brutal, fascinante y misterioso de la historia de la Criminología nos dejó un mapa repleto de sangre y piezas humanas.

Jack el destripador murió hace más de cien años… o quizá no...



-FIN-








domingo, 8 de noviembre de 2015

Jack el destripador. DISECCIÓN Nº 5: "La Noche del Doble Evento"



La "Noche del Doble Evento"


El epicentro de esta noche es el pub "The Ten Bells",  y allí nos vamos , a la puerta, para mirar a nuestro alrededor y tener el mismo escenario que tuvo Jack el destripador, porque estuvo en este pub de seguro.



The Ten Bells (actual)

Nos encontramos en Comercial St. Levantamos la cabeza, enfrente podemos observar el gran mercado de Spitalfields, el segundo mercado más importante de Londres después de Candem, data de 1638 y fue un mercado de abastos, frutas y verduras. La mayoría de la población de Whitechapel  trabajaba en este mercado en 1888.

Ahora aquí se venden objetos, ropa y souvenirs de Londres.



Mercado Spitalfields (actual).

La fachada rojiza de ladrillo se muestra exactamente igual que en 1888, así la veía el asesino, así la veían sus víctimas desde el Ten Bells. Este pub, como ya sabéis, es el icono de la historia de Jack el destripador. Absolutamente todo el mundo pasaba a diario por él, por alguna de sus tres plantas, siempre a rebosar. Hoy día se conserva tal cual.


Comercial St. 1888

La vida social se hacía dentro de los pubs, debido al mal tiempo característico de la ciudad.

Los niños de cinco años ya estaban por aquí merodeando, ya que era más seguro beber cerveza que beber agua. El agua no estaba tratada y había gran riesgo de contraer el cólera al beberla, sin embargo la cerveza, por su propio proceso de fermentación, estaba limpia.

Qué se podía ver en un pub como el Ten Bells? De todo... niños bebiendo, carteristas robando, mendigos pidiendo limosna, prostitutas haciéndose la  clientela, grupos de amigos, analfabetos que acudían a informarse de las noticias. Gente de todo tipo. Y todos juntos.

Y es precisamente en este pub, en The Ten Bells, donde se vio por última vez con vida a dos de las 5 víctimas de the Ripper, por eso este lugar es tan importante para los ripperólogos, y por esta razón aparece en todas las películas rodadas acerca de esta historia, y en todos los documentales.
Aquí se tomaba las pintas Johny Deep en la película “Desde el infierno”….

Frente al pub se encuentra la iglesia “Christ Church Spitalfiedls”, que data de 1729 , y que fue construída por un arquitecto inglés, Nicholas Hawksmoor, él era mason y como tal dejó la huella masónica por todo el templo. La iglesia está repleta de símbolos masónicos. Es una Iglesia rodeada de misterio y envuelta en un halo de rituales masónicos y secretos, así como de teorías de conspiración.

Christ Church Spitalfields (actual)


Whitechapel High St. 1888- Iglesia al fondo


Christ Church Spitalfields 1888 (observar The Ten Bells cruzando la calle)


Todo aquí persiste exactamente igual que en la época, si tan sólo hiciésemos desaparecer los coches y cambiásemos las farolas por otras de gas, estaríamos en 1888.

A la noche del 30 septiembre, 22 días después del asesinato de la segunda víctima canónica, Annie Chapman, en el 29 de Hanbury st, se la conoce como “la Noche del Doble Evento”.

Esa noche dos prostitutas de Whitechapel, Elizabeth Stride y Catherine Eddowes fueron asesinadas por Jack el destripador, serían la tercera y cuarta víctimas canónicas .

La primera fue Elizabeth Stride la llamaban “long Liz”. Era sueca. Y tenía 44 años. Ella pasó a los anales de la historia por ser la tercera víctima canónica de Jack el destripador.

Long Liz solía dormir en una posada de la calle Flower and Dean , ya sabéis, la peor calle de Europa.

A Elizabeth Stride (Long Liz), la encontraron a media hora caminando desde el Ten Bells, muy cerca del río Támesis, concretamente en Dutfield's Yard, un callejón de Berner Street. Actualmente la calle se llama Henriques St.
Era domingo, un 30 de noviembre de 1888.


Berner St. 1888
Berner St. 1888




Era concretamente la una de la madrugada , cuando un hombre llamado Louis Diemschutz, portero de un club cercano, entró con su caballo en Dutfield's Yard, Berner Street,( hoy Henriques St.), donde residía.
Se trataba de un callejón sin salida, con una gran puerta de madera, cuando intentó cruzarla  su caballo se detuvo en seco, algo pasa.
El hombre lo intenta de nuevo, pero el caballo se niega, lo cual inquieta al hombre lo suficiente para tratar de averiguar qué demonios  está ocurriendo allí. Se adentra en el callejón y tropieza con algo , él no puede ver nada porque está muy oscuro, y no porta ninguna linterna, pero al agacharse puede sentir el olor a alcohol, efectivamente piensa que se trata de una prostituta borracha que se debe haber quedado dormida.
El caballo no va a poder pasar si no consigue retirar ese cuerpo, y visto que es incapaz de hacerlo solo, decide acudir al final del callejón, donde esta el pub, aún se ven las luces a lo lejos. Debe de estar abierto. Se llega hasta allí y solicita ayuda, un par de hombres entonces le acompañan de vuelta. A iluminar el suelo  para retirar a la mujer, cuál es su sorpresa al ver aquella escena.

La mujer tenía un corte en el cuello.
La policía no tardó en llegar a la escena, cuando advirtieron un curioso hecho: del cuello aún emanaba sangre fresca, lo que significaba una muerte muy reciente, quizá de unos minutos.

Al ver que además se trataba de un callejón sin salida dedujeron que el asesino debía estar muy cerca. Ahora sí!, lo tienen en bandeja, no puede haber ido muy lejos y además tienen a todo el cuerpo de Scotland Yard cercando el barrio completamente. El jefe de policía respira pensando en capturar al asesino. Necesita hacerlo ya mismo pues las tensiones sociales se han vuelto insostenibles y la gente está pidiendo su inmediata sustitución al no haber sido aún capaz de capturarlo.

Entonces ponen en pie a todas y cada una de las personas del barrio, revisan todas las posadas, no dejando ni un solo rincón sin supervisar,  y qué encontraron ¿?

Nada.

El cuerpo de Long Liz es trasladado a la morgue con el fin de practicarle la autopsia. Una vez allí los forenses esperan encontrar la cavidad abdominal abierta y los órganos más o menos diseccionados, pero, al levantar su vestido, quedan muy sorprendidos cuando descubren un abdomen intacto.

Sólo el corte en el cuello. Ninguna otra lesión. Ni una sola herida más.

¿Por qué entonces es considerada la tercera víctima canónica si no siguió con ella el modus operandi?

Se la considera víctima de nuestro asesino por una sencilla razón:

No le dio tiempo a terminar su obra. La estranguló, la bajó, le cortó el cuello y entonces…apareció el caballo con su trote. El asesino sobresaltado y aprovechando la falta total de luminosidad, se esconde detrás del portón de madera, y espera silencioso mientras el hombre husmea por allí unos segundos, contiene la respiración, y piensa que de ser descubierto tendrá que matar al testigo, pero prefiere no tener que hacerlo, él asesina mujeres, prostitutas, no tiene ningún interés en ese señor y además es peligroso. Ve amenazada su identidad. Pero entonces el hombre decide salir hacia el pub y el asesino ve la oportunidad de salir de allí sin ser descubierto, en cualquier caso esa es su especialidad .... no por nada lleva 165 años en el anonimato más absoluto...
Aquí se esfuma su rastro, otra vez.
Pero todo esto no dejan de ser teorías de ripperólogos y especulaciones.

Qué le ocurre a un asesino en serie si no puede ejecutar el asesinato como lo tenía planeado?

lo que le sucede es que ya no puede descargar su ansiedad, y la tensión que experimenta se hace exponencial, no puede dejarlo sin más, la ansiedad se vuelve demasiado fuerte y nada le va a calmar, tiene que matar. En su condición mental de enfermo no podría nunca irse a la cama tranquilo habiendo dejado a medias este asesinato, la angustia se apoderaría de él como un demonio.

Por eso the Ripper se apresura a encontrar a su nueva víctima esa misma noche, muy rápido y muy violento, con mucha más ansiedad y rabia.
No le ha gustado esta interrupción. Le han estropeado su obra.

Camina a paso rápido desde Berner St. hasta la plaza Mittre, que se encuentra a sólo 20 minutos. Allí se encuentra con Catherine Eddowes. ¿Quién es esta mujer?

Catherine Eddowes era conocida como Kate Conway o Kate Kelly, o simplemte Kate. Había trabajado en una empresa de hojalata, luego perdió su empleo y se casó con Thomas Conway, con quien se trasladó a Londres, tuvo 3 hijos, se separó en 1880 y se trasladó a vivir con un hombre llamado John Kelly Cooney, juntos vivían en la casa alojamiento común de la calle Flower and Dean, donde también residía Elizabeth Stride. Casualidades del destino.

Se dedicaba ocasionalmente a la prostitución para poder pagar el alquiler.

¿Cómo había llegado Catherine Eddowes (Kate)  hasta su encuentro con Jack el destripador? La casualidad hizo que la noche del 29 de septiembre la policía encontrase a Kate en estado de embriaguez, en Aldgate High St., por lo que fue arrestada. sobre la una de la madrugada la pusieron en libertad dado que se encontraba ya en mejor estado. Si el agente de guardia, George Hutt , la hubiese retenido durante más tiempo no se habría encontrado en su camino de vuelta con el destripador.
Otra casualidad del destino...Kate dio un nombre falso en la comisaria, dijo llamarse Mary Jane Kelly…. ¿Sabéis quién fue Mary Jane Kelly?? Fue la quinta y última víctima de the Ripper.
También mintió acerca de su dirección, y refirió vivir en la calle Fashion. Después marchó caminando, algo resacosa, hacia Aldgate, algo extraño ya que el camino más corto hasta su posada en la calle Flower and Dean no era ese…. Otra mala decisión.

Poco después, alguien la vio hablando con un hombre a la entrada de la iglesia Christ Chruch, sería la 1.35 de la madrugada, diez minutos más tarde, exactamente a la 1.45 hallaron su cadáver en la plaza Mittre. Fue un policía llamado Edward Watkins quien además aseguró haber pasado por allí cada 15 minutos durante toda esa noche, de lo que se deduce que todo transcurrió en unos pocos minutos. Al encontrar el cuerpo de Kate, aterrado, dio el aviso y rápidamente acudieron al lugar del crimen varios agentes junto con el cirujano de la policía de la Ciudad de Londres, Frederick Grodon Brown quien le practicaría la autopsia.


Elizabth Stride

Certificado de defunción original E.Stride
Asesinato E. Stride 
    


Resumiendo, entre Berner St., donde apareció Elizabeth, y Mittre Sq. ,donde encontraron a Catherine, hay sólo 20 minutos caminando, y el asesino sólo necesito 15 para matar y destrozar el cuerpo de Catherine Eddowes, la segunda víctima de la noche del doble evento, y la cuarta canónica.

Pero, ¿quién demonios es el tal Jack?? ¿Cómo puede actuar tan rápido, con tanta destreza y sin ser visto nunca por nadie? Es un auténtico fantasma…. ¿15 minutos para encontrar una víctima y destriparla?, ¿en plena calle?, ¿en un barrio tomado por toda la policía de Londres y lleno de testigos y personas paseando? Sí, 15 minutos es lo que él necesitó para estrangular a Kate y mutilarle la cara por completo, le quitó la nariz, cortándole incluso el cartílago nasal, le infirió múltiples punciones en los labios con la punta de un arma blanca, con tal violencia que le destrozó completamente los labios, los dientes y las encías.

Acto seguido, le cortó los párpados inferiores, sin que se haya podido establecer un motivo, en ocasiones los sádicos cortan los párpados de las víctimas con la intención de dejar los ojos abiertos y de este modo tener la sensación de que la víctima les mira mientras la descuartizan, sin embargo, para que esto ocurra habría que cortar los párpados superiores, ya que los inferiores no dan sensación de ojos abiertos.

También le cortó un trozo de una oreja. Y le hizo dos triángulos con el cuchillo, uno en cada mejilla, según los ripperólogos estos cortes con forma de triángulo podrían tener un significado masónico.

De nuevo, tenemos como causa fundamental de la muerte la asfixia por estrangulamiento, una vez más estrangular  fue lo primero que hizo para evitar los gritos que le podrían poner en peligro de ser descubierto.

A ella también la abrió desde el esternón hasta el abdomen , pero en este caso realizó un corte extraño, ya que lo hizo longitudinalmente hasta llegar al bajo vientre, donde seccionó con una curvatura hacia la derecha sobre la pierna, sin llegar al ano. El corte acababa en la cara anterior del muslo.

Esta cuarta víctima presentaba una diferencia respecto de las anteriores. Al parecer se hallaba de frente a su agresor e intentó defenderse de él, puesto que presentaba las palmas de las manos abiertas y extendidas hacia delante.
Las otras víctimas se habían acercado a una valla o a una pared para, de espaldas, para levantarse el vestido y practicar el coito con su cliente, momento que aprovechaba el agresor para estrangularlas.
Luego las bajaba al suelo lentamente y las colocaba en decúbito supino y con el costado izquierdo contra la pared o la valla, ahí comenzaba a trabajar con la mano derecha, por lo que le presumimos diestro. Pero esta vez Kate no se puso de espaldas a él para practicar sexlo, ella debió presentir la amenaza o debió verle sacar el cuchillo, o quizá no quería sexo simplemente y se negó, de modo que trató de zafarse de su agresor, sin éxito, y fue estrangulada de frente. Por eso tampoco apareció su cuerpo apoyado contra una pared como las demás canónicas.

Si recordamos ahora a la segunda víctima canónica, “Annie Chapman”, a ella le extrajo el intestino pero lo dejó conectado al estómago y al ano. Esta vez no. A Kate se lo arrancó íntegro, seccionándolo para sacarlo del cuerpo a nivel del estómago y a nivel del recto.

Lo sacó y se lo tiró sobre la cara, y puesto que los intestinos son muy resbaladizos cayeron sobre su hombro izquierdo, a continuación le extrajo el páncreas, el hígado, el bazo, el útero, y el riñón izquierdo. Seccionó el colon, 60 cm de colon con todo su contenido fecal que el asesino cortó y colocó entre la mano de la víctima y su pierna, formando de nuevo un triángulo.

Otra vez triángulos…. Algunos ripperólogos piensan que el asesino era sin duda un masón.

Pero no hay más teorías acerca de esto.

Se encontraron todos los órganos cerca del cadáver excepto uno: el riñón izquierdo. Éste no fue hallado en la escena del crimen ni en los alrededores, porque el asesino se lo llevó como trofeo.

También faltaba un trozo del vestido de la víctima, lo que hace suponer que lo utilizó para envolver el riñón y llevárselo. Este trozo de tela fue encontrado empapado en sangre a unos metros del lugar. Probablemente cuando el trozo de vestido quedó empapado de sangre lo tiró al suelo y se introdujo el riñón en su bolsillo.

Curiosamente en la foto de abajo, en el lugar donde está tomada, había en 1888 una fuente de piedra. Esa fuente fue encontrada llena de agua sanguinolenta.

Esta fuente se situaba frente al pub The Ten Bells.

Donde está tomada la foto estaba la fuente donde se lavó las manos,
 al fondo se ve la Iglesia y The Ten Bells.



¿Qué pasó?

Presumiblemente, el asesino subía por la calle Comercial St. ,(desde Mittre Sq.), rumbo al Ten Bells, con el riñón envuelto en el trozo de vestido, (podéis ver el recorrido en el mapa, abajo), lo tiró al suelo en la esquina, y al llegar a la fuente lavó el riñón y se lavó las manos, guardó el riñón en su bolsillo , cruzó la calle, y entró en el pub  para tomarse unas pintas de ginebra.

Debía necesitar una copa después de semejante noche, “la Noche del Doble Evento”.

Una vez más había salido impune e invisible.

Distancias recorridas - mapa

Catherine Eddowes en la morgue 
C.Eddowes en vida 

Tumba C.Eddowes


Entre la “Noche del Doble Evento” y el brutal asesinato de la quinta víctima canónica, concretamente el día 15 de octubre de 1888, alguien envió una carta que fue recibida por el inspector George Lusk, presidente del “Comité de Vigilancia De Whitechapel”, creado para la investigación del caso….. La carta versaba así:

“From hell

Mr Lusk
Sor
I send you half the
Kidne I took from one women
preserved it for you tother piece
I fried and ate, it was very nise. I
may send you the bloody knif that
took it out if you only wate a whil
longer.
signed
Catch me when
you Can

Mishter Lusk”


Traducción:

"Desde el infierno
Mr Lusk
Señor
Os envío la mitad del
riñón que saqué a una mujer y
he conservado para vosotros. La otra pieza
la freí y comí con gran deleite.
Quizá os envíe el cuchillo ensangrentado
que lo sacó si aguardáis un poco
más.
firma
Atrapadme cuando
Podáis.

Mishter Lusk"


"Desde el Infierno" original



La carta venía acompañada de un trozo de riñón humano, un riñón izquierdo, ¿sería el que le faltaba a Catherine Eddowes??

De aquella carta hoy sólo queda esta fotografía, ya que tanto la carta como el riñón se perdieron entre los archivos policiales.

Cuando la prensa difundió la noticia de la carta, la policía empezó a recibir multitud de cartas anónimas, la mayoría sin ningún fundamento.

Las tres más destacadas de todas fueron: la carta “Querido Jefe”, la postal “Saucy Jacky”, y la carta “Desde el Infierno”.

La carta “Querido Jefe” datada el 25 de septiembre de 1888, fue recibida por la Agencia Central de Noticias y luego enviada a Scotland Yard. Se pensó que sería una broma más.
Sin embargo, en esta carta había algo revelador, la carta decía “cortaré las orejas de las señoritas”. Casualmente 5 días después fue hallada muerta Catherine Eddowes con una oreja cortada parcialmente. Sin embargo se le restó importancia cuando en la autopsia se comprobó que la oreja de Kate parecía haber sido arrancada accidentalmente durante las mutilaciones.

"Querido Jefe, desde hace días no dejo de oír que la policía me ha atrapado, pero en realidad todavía no me ha pillado. En mi próximo trabajo le cortaré la oreja a la dama y se la enviaré a la policía para divertirme. No soporto a cierto tipo de mujeres y no dejaré de destriparlas hasta que haya terminado con ellas. El último es un magnífico trabajo, a la dama en cuestión no le dio tiempo de gritar. Mi cuchillo está tan bien afilado que quiero ponerme manos a la obra ahora mismo. Me gusta mi trabajo y estoy ansioso de empezar de nuevo, pronto tendrá noticias mías y de mi gracioso jueguecito [...] "

Atentamente, Jack el Destripador.


Carta "Querido Jefe" original.


La postal “Saucy Jacky” fue datada el día 1 de octubre de 1888, y recibida por la Agencia Central de Noticias. La letra era muy similar a la de «Querido Jefe», y la postal hacía referencia a que habría dos asesinatos muy cercanos, con la frase «esta vez un doble acontecimiento», que hizo pensar efectivamente en los asesinatos de E.Stride y C.Eddowes, ya que la carta fue enviada antes de que estos asesinatos saliesen en prensa, siendo poco probable que cualquiera tuviera conocimiento de ellos, pero no imposible, ya que fue sellada 24 horas después de que los asesinatos tuvieran lugar.

"No bromeaba querido jefe cuando le di el chivatazo. Mañana tendrá noticias del «Bueno de Jack». Esta vez, la cosa es doble; la primera chilló un poco y no pude rematarla, no me dio tiempo a quitarle la oreja para la policía, gracias por retener mi última carta hasta que volví al trabajo".

Jack el Destripador.


Postal "Saucy Jacky" 


Poco después  se identificó a un periodista llamado Frederick Best como autor de la carta “Querido Jefe” y de la postal "Saucy Jacky", había una concordancia caligráfica exacta entre ambas cartas y los escritos del periodista. Su intención era tan sólo dar notoriedad a su periódico ("The Star").

Llegados a este punto de brutalidad sólo nos queda ir a más, cruzar la calle desde el Ten Bells, donde nos encontramos, caminar unos cuantos metros hasta donde hubiese estado hoy día, si no lo hubiesen derribado, el edificio Miller´s Court, en la calle Dorset.... Allí podríamos asomarnos a la ventana de Mery Jane, mirar a través del roto que había en ella y ver..... la culminación de nuestro asesino en serie, su mejor y última obra, podríamos ver desde ese trocito de ventana todas las piezas por separado de la guapa irlandesa de cabellos rojos, Mery Jane Kelly. Todas sus piezas a la vista excepto su corazón, porque Jack se lo robó.












































 


viernes, 6 de noviembre de 2015

Jack el destripador. DISECCION Nº4: El 29 de Hanbury St.


Continuando nuestra ruta por las calles de Whitechapel, caminamos por Brick Lane unos metros y  giramos a la izquierda en la calle Hanbury St.

Antes de llegar al número 29 tenemos que recordar a dónde vamos… y de dónde venimos. 
Vamos a descubrir a la segunda víctima canónica de the Ripper. Y venimos de diseccionar el asesinato de la primera.

La primera víctima canónica, significa, como ya sabéis, la primera a la que un asesino en serie de Whitechapel, quien fuera el famoso Jack el destripador, aplicó su modus operandi, por eso sabemos que él la mató, y estamos seguros de ello, no así con otras mujeres asesinadas en Whitechapel en esas fechas. Las cinco víctimas canónicas son las cinco prostitutas a las que con seguridad plena asesinó the Ripper entre agosto y noviembre de 1888 en las calles de Whitechapel.

Ya hemos visto cómo asesino a Mary Ann Nichols, a la que llamaban “Polly”, el día 31 de agosto.
8 días más tarde se cobra su segunda víctima canónica: Annie Chapman.

Situaros en el mapa …


Tenemos que llegar al número 29 de la calle Hanbury, por qué? Qué pasó en el número 29 de la calle Hanbury???
Y lo más importante quién era Annie Chapman?

Annie Chapman era Ann Eliza Smith, hija de George Smith y Ruth Chapman. Que casualmente se casó con un hombre llamado John Chapman con el que tuvo 3 hijos. Y que casualmente vivían en el número 29 de una calle en Brompton. Parece ser que Annie bebía demasiado y por ese motivo se divorciaron. Annie había sido arrestada varias veces por embriaguez y desorden público.
Su exmarido le pagaba una pensión de 10 chelines, hasta que falleció en 1886.
Se juntó con otro hombre pero también la abandonó. Se volvió a quedar sin blanca y su hermano la ayudó un tiempo, luego nadie más. Es entonces cuando se introduce en el mundo de la prostitución. Bebía sin conocimiento. Vendía labores de ganchillo. Y solía dormir en una pensión de la calle Dorset, en el número 35. Era una pensión enorme que reunía unos 300 huéspedes a diario. El posadero, Timothy Donovan, con frecuencia la dejaba fuera por no reunir los 4 peniques que costaba dormir allí… ya sabéis, 4 peniques un sitio para dormir, 4 peniques una pinta de ginebra… siempre una difícil decisión… Aunque en esta época mantenía una especie de relación sentimental con un hombre, al que llamaban “el Jubilado”, él le solía prestar algo de dinero y además la dejaba dormir en su casa de la calle Osborn cuando a Annie la echaban de la pensión.

Esa era Annie Chapman.

El día 4 de septiembre de 1888 tuvo una pelea con una prostituta de la pensión y acabó con la cara amoratada.
Dorset St. actua l(donde estaba su pensión)
Osborn St. esquina Whitechapel High Road (donde vivía "el Jubilado") 

Dorset St 1888


Qué pasó en el número 29 de Hanbury St.?

En el número 29 de la calle Hanbury había una posada.
Annie Chapman tenía moretones en la cara, por la pelea con una compañera, porque Chapman siempre tenía peleas con todo el mundo, tenía muy mal carácter y le gustaba liarlas. El 8  de septiembre y  con moretones en la cara, no pudó quedarse en la pensión de la calle Dorset, en el número 35, porque no reunía los 4 peniques…  iba de camino a casa de “El Jubilado”, que vivía en la calle Osborn.
De Dorset St. a Osborn St. no hay demasiada distancia, siempre pasando por delante del Ten Bells, serían unos diez minutos caminando. No estaba lejos, pero no llegó.
En el camino se le cruzó Jack el destripador, al que, con toda seguridad, tomó como último cliente de la noche. Pudo encontrarlo tomando algo en el Ten Bells y decidió subir hacia la calle Hanbury St para prestar sus servicios, porque de otro modo el camino más corto a Osborn St habría sido por Fournier St,  dejando el Ten Bells a mano izquierda, y no habría tomado ese camino tan largo. Lo tomó porque la calle Hanbury era frecuentada por las prostitutas del barrio quienes sabían que sus patios interiores nunca se cerraban.
29 de Hanbury
 Patio interior del 29, en esa valla de madera hallaron a Chapman
 Patio del 29




Lugar exacto donde encontraron a Chapman

 Edificio 31 (enfrente del 29) se conserva igual (actual)


Lugar donde encontraron el cuerpo de Chapman (actual) más o menos donde está el cubo. Ahora es un parking.

En el 29 de Hanbury St. entraron Annie Chapman y Jack el destripador.
Era de madrugada, ella era bajita y obesa, y padecía una enfermedad pulmonar grave que la tenía destinada a fallecer en los meses siguientes con toda seguridad. Pero Jack se adelantó a su neumopatía.

Qué pasó en el número 29 de Hanbury St.?  Allí, su patio interior y su valla de madera vieron morir a la segunda víctima canónica de la saga de the Ripper. El patio, la valla y un vecino demasiado poco curioso fueron los testigos. Era sábado, la última vez que la vieron, viva, fue justo delante del número 29 de la calle Hanbury, fue de hecho su vecina de posada Elizabeth Long, que relató haberla visto allí parada  conversando con un hombre alto y mal vestido, de no muy buen aspecto.
En mitad de la noche, el vecino del número 27, al otro lado de la valla de madera,  escuchó ruidos, y  gritos de mujer, pero no se asomó.  Este hombre acababa de escuchar al mismísimo Jack el destripador asesinando a su segunda víctima. Pero no fue lo suficientemente chismoso como para asomarse y verle. De todos modos, qué eran aquellos gritos sino los de otra prostituta armando jaleo o recibiendo una paliza. Era la tónica habitual de Witechapel.
No es hasta las 6 de la mañana cuando otro hombre llamado John Davies baja al patio y se dispone a sacar unas herramientas del garaje, el hombre se topa con el cadáver, mira hacia abajo, y con los primeros rayos del día puede vislumbrar el cuerpo de una mujer, con el costado izquierdo pegado a la valla que separa el patio del  27 del 29. Observa que tiene la falda subida y que está abierta en canal, desde el esternón hasta el ano.

El asesino había introducido sus manos en la cavidad abdominal y había sacado el intestino delgado, unos 7 metros de intestino delgado, que es lo que suele medir. Luego se lo había tirado sobre la cara a Annie Chapman, de modo que éste había resbalado sobre ella y caído hacia el hombro derecho, quedando conectado al interior del cuerpo. A continuación había sacado el estómago y se lo había colocado sobre el otro hombro, el  izquierdo. Un vez hecho esto, procedió a seccionar el útero, la vejiga y la parte superior de la vagina, todo ello con un único corte, lo cual demuestra una destreza quirúrgica cuanto menos aceptable.

Annie Chapman, al igual que el resto de las víctimas canónicas, presentaba un corte en la garganta, un corte tan profundo que llegaba hasta las vértebras. La cabeza había sido prácticamente seccionada.
Ni útero ni vejiga fueron hallados  en la escena del crimen, et voilá, aquí tenemos su primer trofeo. Algunos asesinos en serie se llevan un trofeo de su víctima, lo hacen para poder rememorar su gloria y su obra en privado una y otra vez. Suelen ser objetos de la víctima, un mechón de pelo, ropa interior… Jack se llevó el útero y la vejiga.

El pobre John Davies avisó aterrorizado a la comisaria de la calle Comercial St., que se encontraba a unos metros de distancia, se hizo cargo el Inspector Chandler. El forense que practicó la necropsia fue el dr. George Basgter Phillips.

Annie Chapman Morge

Así las cosas en el barrio, las calles se llenan de una mezcla entre pánico e indiganción.
A su vez el asesino se va poniendo más violento, a partir de ahora ya no se va a conformar sólo con cortar, si no que sacará los órganos fuera del cuerpo y los desconectará del sistema.  Como así sucede 3 semanas después, cuando el asesino mata a dos mujeres en sólo 45 minutos.  Es raro que un asesino en serie, que no en masa, mate a más de una persona en tan breve intervalo de tiempo. Pues a estas dos, la tercera y cuarta víctimas canónicas, las mata en las narices de todo el cuerpo de Scotland Yard, y ello a pesar de tener tomado el barrio de Whitechappel. Además lo hace de forma más violenta y con más mutilaciones, esta fatídica  noche pasará a los anales de la Historia como “la noche del doble evento”.  La noche más importante del caso.

El número 29 fue derribado,  pero justo enfrente hoy día tenemos un edificio idéntico, al menos en cuanto a la fachada se refiere. Es el número 31 y se muestra en la foto.
El número 29 de Hanbury St ahora es un parking que los domingos se convierte en un mercado muy moderno,  y muy famoso en Londres.

Ahora ya sabéis quién era Annie Chapman y qué pasó en el 29 de Hanbury St.

Si lo que habéis leído hasta aquí  os ha impresionado, no leáis la próxima disección... o buscad compañía para hacerlo... porque os va a dar mucho miedo.....

Certificado defunción original Annie Chapman